Escucha activa: es una actitud empática del profesional, que es capaz de
ponerse en el lugar del otro, es decir,
de la persona mediada, para comprenderla y así crear un buen
ambiente, en el cual haya confianza.
- La técnica del reflejo del sentimiento o reformulación: esta técnica la más importante, consiste en plasmar los sentimientos que ha trasmitido el cliente. Sirve para crear un clima empático entre las partes y sacar a la luz el trasfondo de los sentimientos de los clientes.
- La técnica del reflejo de contenido o reformulación: Es una técnica que consiste en expresar total o parcial, el contenido de lo que se ha dicho. Provoca que el cliente sea más consciente de lo que está diciendo y le permite conectar con sus intereses. El mediador debe de tener una actitud empática y requiere de una gran atención.
- Resumen: Consiste en trasmitir los puntos más importantes de lo que se ha dicho en la reunión.
- Clarificación: se fundamenta en aclarar lo que la persona está expresando.
- Confrontación: Esta técnica consiste en permitir al cliente generar opciones.
- Paráfrasis: Consiste en poner a la luz las opciones que tiene el cliente tras escuchar las alternativas que ya se habían formulado previamente.
- Parafraseo: Es una técnica que usa el profesional para que el cliente sepa que está siendo escuchado activamente. Se usan expresiones como ¡ah ah!, ¡hum! etc.
- Preguntas circulares: Son aquellas preguntas que se le formula a todos los involucrados en el conflicto, el propósito del mediador es crear una interacción entre los mediados, con causalidad circular. Estas preguntas circulares engloban a todos los miembros. El mediador pregunta a uno de los individuos sobre la interacción de los demás. (Munuera, 2007).
BIBLIOGRAFÍA: Munuera,
P. (2007). El modelo circular narrativo de Sara Cobb y sus técnicas.
Universidad Complutense de Madrid. Recuperado de: http://eprints.ucm.es/5678/1/_Modelo_circular_narra_P_Munuera.pdf